Proceso de la Anchoa

Proceso de la Anchoa en Santoña


Proceso de salazón, fileteado y conservación en aceite de las anchoas

La elaboración de los filetes de anchoa, implica un minucioso proceso artesanal, que tiene como resultado unas anchoas perfectamente limpias y de delicioso sabor.

Una vez seleccionadas las anchoas en la lonja, las traemos a la fábrica y comienza el largo proceso de elaboración que se inicia con el salado y posterior prensado. A este proceso se le llama proceso de salazón.

Se elimina la cabeza de las anchoas, a continuación, se van colocando en barricas, entre capas de sal que se van superponiendo unas encimas de otras. Finalmente se cierra la barrica y se somete a presión colocando prensas en la parte superior.

Una vez prensadas, se dejan reposar las anchoas entre cinco y seis meses a una temperatura que oscila entre los 18 y 25 grados, hasta que toman el color rojizo y el aroma apropiados.

Pasado este tiempo, las anchoas ya están maduras y se procede a la fase de limpieza, secado y empaque.

Lo primero que hay que hacer es lavar y secar muy bien las anchoas para eliminar cualquier resto de sal. A continuación, manos expertas, una a una, abren por la mitad cada anchoa y les quitan espinas, cola y restos de piel. Los dos filetes resultantes, perfectamente limpios, se van introduciendo también manualmente, en la lata o frasco de conserva.

Por último se les añade el aceite de oliva y ya quedan listas para su posterior cierre y estuchado.

Los filetes de anchoa son una semiconserva que, a diferencia de las conservas, no han sido sometidas al proceso de esterilización. Por ello, es necesario guardar las latas en frío entre 5 y 12 grados y se recomienda consumirlas en un periodo no superior a los 12 meses desde su fecha de fabricación.

.

© 2017 Santoña es Anchoa. Todos los derechos reservados.
Creado con Webnode
¡Crea tu página web gratis! Esta página web fue creada con Webnode. Crea tu propia web gratis hoy mismo! Comenzar